Si quieres ahorrar, lo mejor es que te decidas a comer sano. Y es que, por el contrario de lo que se piensa, comer bien no implica gastarse un dineral.
Si lo pensamos un poco resulta sencillo de entender que los alimentos procesados son más caros, ya que requieren un "proceso de elaboración", que los encarece, y dicho sea de paso, los hace menos sanos añadiendo aditivos y calorías con pocos nutrientes. Exceptuando los productos congelados al natural, que no tienen más transformación que su limpieza y troceado, y las legumbres y verduras naturales en conserva.
Y además del ahorro económico, hay que resaltar que una dieta sana conlleva más fibra, vitaminas y minerales, grasas saludables y proteínas de calidad. Lo que significa que ayuda a controlar el pesa de toda la familia.
Así que una vez resaltados todos los beneficios que conlleva una dieta sana, es bueno aclarar que no es necesario pasarse el día en la cocina para que todos en casa estén bien nutridos. Simplemente debemos servirnos de unos cuantos aliado, como la olla rápida, el microondas, y otros truquillos más que os contaré en el próximo post.
Mientras tanto podéis ir revisando vuestra lista de compra semanal e ir modificando lo menos saludable.....
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